A unos días de llevarse a cabo la elección de Consejos de Participación Ciudadana (Copacis), Delegados y Subdelegados, ésto ha variado en el desorden.
Pero además, en la total falta de experiencia de quienes se encuentran administrando el proceso, en todas y cada una de sus etapas, así como la comisión edilicia transitoria para tales efectos.
Asimismo y sí le buscamos, un proceso completamente impugnable, con una convocatoria llena de inconsistencias, un reglamento de participación ciudadana inoperable y sin ningún procedimiento sancionador, que tampoco fija algún tipo de multa o castigo.
De igual manera, una ordenanza que regule la colocación de propaganda, y la negativa de justamente colocar en elementos del equipamiento urbano, materiales, promocionales, pautas y/o mensajes, medidas de apremio, denostación entre contendientes y violencia política y de género.
Aunado, al sustento o la norma que rige las distintas etapas del proceso, luego de la publicación de la convocatoria, capacitación de funcionarios y representantes de planillas y formulas.
La revisión y supervisión de los centros de votación, si efectivamente cumplen-no sé con qué- (sic), debido a que la controvertida convocatoria o el reglamento de participación ciudadana, no establece las características que deben tener los espacios para la ubicación de los mismos.
Para el caso de la boleta electrónica, capacitación de funcionarios y representantes de aspirantes a Copacis, delegados y subdelegados, los lugares a instalar y características de los centros con estos aparatos y las respectivas anuencias, de éstos y demás centros de votación.
Así también, la integración de una comisión permanente que derive de la comisión edilicia para atender las quejas y otras anormalidades, para que no se “pasen la bolita” como hasta ahora, y sostener la máxima de “lo que no está prohibido, está permitido”.
A ello y que no es menor, a que la burocracia pudo más que la elección en sí- toda vez que en los procesos electorales, todos los días son hábiles, y no hubo nadie por irse de “puente”.
Por otra parte, el listado final de ubicación de centros de votación y obviar en el que para unas cosas quieren referir la Legislación federal y local, y para otra nada que ver.
Aclarar que no necesariamente la ubicación tendría que ser en los lugares históricos, esos que sistemáticamente “la partidocracia” los propone quizá y lo sea en la operación “mapache”.
Entender los tipos de elección, y las autoridades que los realizan en esa cometida de ser juez y parte, y posibilitar la intromisión a la vez de funcionarios municipales, de partido y dirigentes y hasta ex alcaldes, ex diputados federales y locales.
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